Friday, March 02, 2007

Día 2


Ayer estuve leyendo aquella conversación que tuvimos, tan cargada de sentimiento por mi parte, tan ligera y apresurada por la tuya. Ahora, al releerla, me doy cuenta de que no fue sorpresiva, hacía tiempo que se venía gestando en tí aunque yo no quisiera verlo. Sé que en aquel momento era totalmente consciente de que esa noche era la última, tus excusas (tan débiles) no calaban en mi interior, me estabas abandonando y yo lo sabía.

No se por qué no lo asimilé en el instante mismo en que se estaba produciendo.

Por el contrario, desde entonces, desde aquella noche, he desorbitado todos los sentimientos...tu sólo te fuiste y yo...yo me negué a aceptarlo.

Me puse e escribir desenfrenadamente y, así, mi locura encontró un cauce del que bebía cada día, cada noche...., y se volvieron mis letras alucinaciones permanentes de mi mente.

Sí, tienes razón, he perdido la cordura sin darme cuenta. Yo sóla me he enclaustrado en esta desolación perfilada por mi propia imaginación. He llegado a creer que me leías, que me contestabas, que de alguna forma te seguía importando.

Sólo ha sido un deseo, un deseo desesperado por crear una atmósfera en la que te siguiera sintiendo, así he mantenido una historia, nuestra historia, aún sin estar tu ya en ella.

Cada noche acuno esta pena mía. Y este sentimiento, que no debí dejar que durara más que unos días, se ha convertido en la sinrazón de mi existencia, he dejado que destruya mi alegría, mis ilusiones, mis sueños. He dejado que ma atrapara. He dejado que me impida disfrutar de las cosas que me rodean, incluso he dejado que me enferme el cuerpo.

Hay matices sutiles de locura, formas íntimas que casi nadie ve, no están conformadas por grandes y deformes gestos, no conllevan ataques de llanto o histeria ni requieren internamiento. Son cortes de luz con el entendimiento que pasan desabercibidos entre los que te rodean, perciben, inconscientemente, que te alejas poco a poco, pero no de forma abrupta, por eso casi no se dan cuentan.

Estando a medio metro de ellos, construyes un universo, distinto y lejano, en el que de tanto sumergirte llegas a un momento en el que no puedes salir. Aún siendo consciente de que has roto el hilo que te unía a la realidad no puedes hacer nada. La vida está ahí, a tu lado, y tu fuera de ella sin poder rozarla.

He perdido muchas cosas en este tiempo y, quizás, entre ellas, la pérdida menor fuiste tú.

Lo peor de todo es que no pierdo esta nitidez del pensamiento, soy consciente de que he quebrado el rumbo mi vida y de que lo he hecho voluntariamente, también sé donde está el camino de vuelta a la cordura y, sin embargo, no doy un paso hacia ella. Ya nada importa. Yo sola me he estancado en el recuerdo de mis propios pensamientos, he colgado en un armario mis emociones y, con ellas, me he colgado en mi propio vacío cerrando la puerta para que nadie pueda ayudarme.

No, no eres culpable de lo que me pasa, tu sólo dejaste de quererme (si es que alguna vez me quisiste) pero eso no es ningún delito, el delito lo he cometido yo permitiendo que mi corazón dejara de latir, sí, soy culpable de mi propio asesinato y mis armas fueron sólo mi mente y mis poemas.

4 comments:

MOCHIQUI said...

La locura nos atrapa porque nos despoja de lo superfluo y es sólo en ese estado de pureza calma y también inquieta que la cordura encuentra su sentido. La muerte de la locura implica la aniquilación de la cordura. No hay escape.

P.

said...

*-*



y io sigo aki (8)
ñaa

io te adoro millones
siempre pero siempre
tare pa tu
en las buenas y en las malas
aunk nunka hemos peliao (H)

loyu mi mona

Anonymous said...

prefiero esta Mona que la del flog =*
como siempre diría mil cosas, pero nunca sé si realmente las leerías ote interesarían...

besos, y espero que estés mejor

yo siempre voy a estra aquí..

=*

Ricardo camacho said...

holo...

trata de ser feliz...
juega playstation, come torta,pegale a alguien y veras ^^